15 nov 2016

"GENERACIÓN CERO" POR AGUSTINA CARIDE



Título:Generación cero
Saga: Última generación #2
Autora: Agustina Caride
Editorial: Blok - Ediciones B
Páginas: 304 

Desde que nacen, La Central les implanta un microchip -el lex- en el dedo pulgar. Todos los ciudadanos están obligados a llevarlo. Es su código de identidad, un número para el sistema, una forma perfecta de control. ¿Quién podrá escapar del ojo de La Central? León, Kira, Milo, Rebeca y Renata lo han hecho. Ellos son ¿resistencia¿, no llevan lex. Han puesto en jaque al sistema y ahora hu¬yen por caminos laterales, evitando helicámaras y controles, en un intento desesperado por no ser detectados y llegar al Tándanor. Allí se encuentra Videla Balaguer, el padre de las gemelas y fundador de El clandestino, el diario de la resistencia. Pero cuando la ayuda no aparezca por donde la esperan, el hambre aceche, los celos se interpongan y las traiciones estén a la vuelta de la esquina; ellos deberán decidir si es cierto que la libertad de una sociedad adormecida vale más que la propia vida.

                             


La verdad es que no sé cómo encarar esta reseña sin perder la objetividad, pero estoy tan decepcionada que no estoy segura de sí soy capaz de manejarlo.
Generación cero es la parte conclusiva de una bilogía que salió este año y que creo muchos queríamos leer. Se la promocionó mucho y se llevó el listón demasiado alto, tanto que eso generó la inevitable decepción en muchos de quienes esperábamos leerla. En mi reseña de "Última generación", podrán conocer los datos principales de esta historia y mi punto de vista en algunos aspectos del libro, y de esa manera, entender completamente mi opinión en este momento.

En esta oportunidad tenemos a León y su grupo de resistentes, esperando. Esperando y esperando, tramando un plan que llegué a pensar que no se revelaría nunca. La trama consiste en resistir. Escapar y esperar, intentar derrocar un sistema a través de la paz, con un pequeño grupo de gente que lucha “tirando papelitos” contra un sistema fuerte y que lo controla todo. Díganme si la simple idea de eso no es algo absurda… porque lo es. Eso es básicamente todo lo que pasa en este final de bilogía, y perdón si resulto demasiado dura con mis palabras, pero tenemos un libro de 300 páginas en donde en 260 no pasa absolutamente nada, después tenemos una transición de algunas en donde se revelan algunas cosas y suceden otras que son poco creíbles, y luego todo sucede en las últimas 15 páginas.

La vida debe circular, pensó mirando las nubes. Como lo hace la sangre. Porque cuando la sangre se detiene, se estanca. Cuando el agua no fluye, se pudre.

Otra desventaja son los personajes. No existió manera de que conectara con ninguno, ni siquiera de que me cayeran un poco bien. No es que los odie ni nada de eso, pero no sentí apego hacia ninguno, en este libro son completamente planos, y en los momentos en los que es evidente el intento de sentimientos, a mí no me transmitieron nada. Por otra parte, me costó ubicarme con ellos en la primera parte del libro, a algunos no los recordaba o no podía entablar las relaciones que tenían entre sí, me hubiese gustado que la autora lo hubiese dejado claro desde el principio, y de esa manera evitar el desgaste que se siente con la introducción.

Personalmente, siento que la historia no está mal, hay muchas cosas que son súper interesantes e incluso originales, pero sobra información redundante y faltan detalles clave. Creo que es un problema de organización de lo que sucede, considero que esta es una historia que se podría haber explotado mucho pero que no se pudo lograr.
La pluma de Agustina es lo que rescato de todo, la autora tiene una prosa delicada y que fluye, se lee fácil y te entretiene, el problema estuvo en que muchísimos momentos se iba por las ramas, haciendo que al final se pierda el hilo de la lectura. Me costó mucho terminar el libro, estuve una semana con él, leyendo de a 20 o 30 páginas y después me veía obligada a parar porque o no lograba concentrarme con lo que leía, o simplemente me aburría de escenas que no aportaban absolutamente nada a lo que importaba en la historia.

Mi personaje favorito fue Kintukewun, y lo fue también en el primer libro, y en este se le dio tan poca importancia que me sentí terrible por la falta de atención a un personaje tan rico y al que se le podía explotar muchísimo. Los mejores momentos de la historia giran en torno a la anciana y ella fue la que en este libro prácticamente me obligó a seguir leyendo, ella es la que aunque casi desde un segundo plano y con pocas palabras dirigidas a ella, provocó una cierta intriga por lo que se avecinaba y la esperanza de que algo grande llegaría. Ahí Kintu me falló, porque eso no llegó jamás. 

Durante las primeras 250 páginas se avisa al lector de lo que se viene, se habla tanto del tema que además de aburrir un poco, provoca curiosidad, ansiedad por saber qué es eso que todo lo va a cambiar, pero en realidad no llega nunca. El nexo que la autora usa para cambiar la vida de la gente con o sin lex es increíble, la admiré, pero insisto en que está mal desarrollada. Esta historia podría haber sido increíble, pero terminó siendo un par de libros en los que probablemente nunca reincida.
Volviendo un poco a la trama y su desarrollo, para ser una distopía, o ciencia ficción, o como les guste llamarlos, le falta la parte de la acción, porque casi no hay. Se encuentra poca y cuando aparecen este tipo de escenas, siempre son opacadas por algún otro factor. Por otra parte, hay un intento de romance entre León y Kira que ya era previsible en la entrega anterior, pero que tampoco me logró convencer. Todo fue más bien un histeriqueo entre los personajes, todos bastante inmaduros cabe aclarar. La verdad es que no son personajes dignos de una rebelión contra un sistema tan fuerte y opresor como el de esta historia.

El final es tan rápido que no alcancé a hacerme a la idea. Todo sucede en unas pocas páginas, digamos que me hizo acordar a esas telenovelas en las que en el capítulo previo al final estaba todo desorganizado, pero en el último pasaban un par de años y todo estaba en su sitio. No me gustó.
Le dejo 2 estrellas a generación cero. Una por la prosa de la autora, que estoy segura que, cobrando más experiencia, será excelente. Lo promete, y espero en el futuro poder corroborarlo. La otra por la elección del título. Nunca podría haber imaginado uno más acertado y original.

En la vida hay momentos que son suspiros, o estrellas fugaces, también fuegos artificiales. Y existen momentos eternos. Únicos. Porque marcan. Pero también son imborrables.

Resumiendo, “Generación cero” es un libro en el que la idea del libro anterior decae. Tiene una idea general original pero mal desarrollado. Podría haber sido mucho mejor, pero no se logró. Si ya leyeron este libro me encantaría que podamos debatir en los comentarios. Sé que a muchos les encantó, y que otros piensan igual que yo. Cuéntenme si ya leyeron este libro, que les parece, o si tienen ganas de leerlo. Nos estamos leyendo. 
Gracias a Ediciones B por el ejemplar.

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